sábado, 15 de diciembre de 2007

Relatos: ¿He ganado?

Elías miró su reloj una vez más, con impaciencia. Sólo faltaban cinco eternos minutos para que terminara su jornada, y poder al fin salir huyendo de la fábrica, regresar a su casa, dedicarle un breve saludo a su mujer y sustituir la cena por una cerveza fría, siguiendo el mismo ritual iniciado dos años atrás.

El esfuerzo había merecido la pena. Sabía que su novela tenía fuerza, que era sin duda su mejor obra. Evidentemente no podía ser imparcial, pero tenía la sensación de que había dado en el clavo. La historia era sólida, los personajes elaborados, la trama intensa y el final sorprendente. Saltándose toda la normativa interna de la empresa había impreso en su puesto de trabajo su mil veces revisado manuscrito, que guardaba como un lingote de oro puro en su pequeño portafolios. Trescientas sesenta páginas de esfuerzo, cientos de horas arrancados al descanso y a su esposa, esa chica que quién sabe por qué le soportaba aún, a pesar del poquísimo caso que le hacía. Pero la situación iba a cambiar muy pronto: la compensaría con creces por su sacrificio. Cuando ganara el Sexto Premio Mayúsculas Universales, dotado con trescientos mil euros, iba a llevarla a recorrer las Islas Griegas en un crucero de ensueño, sin ordenadores, libretas o cuadernos: se juró que no escribiría ni una postal mientras estuviera navegando a su lado.

La sirena de la fábrica resopló al fin, y Elías salió disparado como si estuviera huyendo de las llamas del infierno. Alcanzó su coche sudoroso, y tuvo que pelear con el resto de los trabajadores que intentaban salir ordenadamente del aparcamiento de la empresa, personas que, como él, celebraban el fin de la semana. Ellos parecían centrados tan sólo en el descanso y la diversión, pero él tenía un objetivo que cumplir: conseguir llegar a la empresa de mensajería urgente antes de que cerrara –y tan sólo tenía treinta minutos para hacerlo- y enviar su preciada novela directamente rumbo a la gloria. Había tenido que encuadernarla con un simple gusanillo –otro presente de su empresa, que no iba a arruinarse por ello-, pero eso era lo de menos. Media hora y su novela pasaría a engrosar la lista de obras concursantes. Sentía tanta emoción como nerviosismo: si lograba enviar su novela –ese viernes se cerraba el plazo de presentación de originales, por lo que la fecha del matasellos resultaba fundamental-, ganar sería tan sólo una cuestión de tiempo.

Tras una loca carrera que le hizo atravesar la ciudad de parte a parte, saltándose unos cuantos semáforos y transgrediendo un buen número de normas de circulación, ajeno a los radares y limitaciones de velocidad, consiguió llegar a la agencia cinco minutos antes del cierre. Como si estuviera ejecutando un ritual mil veces repetido en su imaginación, entregó el sobre que contenía su tesoro al cansado trabajador que, mirándole con desgana, cumplimentó los documentos que certificarían que el envío urgente de Elías iba a llegar puntualmente a su cita con la gloria. Y, por fin, respiró tranquilo. Lo había logrado; había llegado a tiempo. Regresó a su coche caminando despacio; se sentía tan bien que ni siquiera le importó encontrar anclada en el parabrisas una multa por estacionamiento indebido. Cogió la multa con delicadeza, la aplastó hasta convertirla en una diminuta pelotita de papel, y la tiró al suelo. Pronto iba a formar parte de los Elegidos, así que ¿a quién le importaba una multa?

Elías se introdujo en su coche y giró la llave de contacto. Como siempre su maldito cacharro se negó a arrancar a la primera; no le importó lo más mínimo, pues pronto podría cambiar su viejo artefacto de segunda mano por un vehículo nuevo. Con una sonrisa mezcla de cansancio, felicidad y satisfacción, giró de nuevo la llave de contacto, consiguiendo por fin que su sufrido auto arrancara, y se dirigió a casa. Tenía ganas de ver a Marisa, para decirle que lo había conseguido; que había llegado a tiempo. Y a continuación la besaría y le haría el amor lenta y apasionadamente.

El tráfico era muy denso; no sólo era viernes, sino que además el lunes siguiente era festivo, por lo que toda el mundo parecía haberse puesto de acuerdo para abandonar la ciudad. Los carriles de la autovía estaban colapsados, saturados de automóviles en ambas direcciones. Pero ya no tenía ninguna prisa; le tenía sin cuidado circular en segunda sin pisar el acelerador. Además, la lentitud del tráfico le permitía ir repasando mentalmente su novela, intentando descubrir inconsistencias, puntos débiles, sin conseguirlo.

Ni siquiera tuvo tiempo de ver los faros del vehículo que, tras saltar la mediana, se abalanzó sobre él. Quizás a causa de que su mente se encontraba muy lejos de la autopista, centrada en la imaginaria ceremonia en la que recogía el preciado trofeo que le iba a consagrar como escritor, le permitiría dejar su mal remunerado empleo de esclavo, y le lanzaría directamente hacia la gloria. No sintió dolor alguno: tan sólo una enorme sorpresa al verse envuelto por las luces del vehículo que se estrellaba frontalmente contra él a toda velocidad. Y su mente se llenó de oscuridad.

Elías fue recuperando muy lentamente la conciencia. Sus extraños sueños se mezclaron con intensas sensaciones olfativas, y su cerebro comenzó a abrirse paso hacia la realidad atravesando negros nubarrones de olvido y dolor, como si estuviera despertando de un sopor inducido por hipnóticos, o de una borrachera infernal. No podía abrir los ojos, ni mover un solo músculo. Sin embargo sus oídos funcionaban: pudo escuchar un rítmico sonido electrónico, que supuso originado por los equipos hospitalarios. Recordó entonces el accidente, con tanta claridad como si lo estuviera viendo en una película. Un desgraciado había saltado la mediana y se había empotrado contra su coche.

Seguía sin poder abrir los ojos, pero aun así la claridad comenzaba a resultarle insoportable. Intentó mover los dedos de las manos sin conseguirlo, y una horrible sospecha le atenazó: quizás hubiera quedado parapléjico. Y, por si fuera poco, debía llevar mucho tiempo inconsciente; quizás varios días o semanas. ¿Se habría perdido el desenlace del concurso? ¿Se habría perdido la ceremonia de entrega de premios? Intentó moverse de nuevo, pero su cuerpo se negó a obedecerle.

Pudo escuchar el sonido de una puerta abriéndose, y una voz lejana que le hablaba con cariño. Sin duda se trataba de Marisa. Seguro que lo había pasado fatal durante su convalecencia. Intentó responderle, pero aunque sus cuerdas vocales comenzaban a cobrar vida, sólo pudo emitir unos breves sonidos entrecortados. Y de pronto dejó de escuchar la sin duda femenina voz que se dirigía a él.

Clara, una de las enfermeras del turno de noche, entró en la sala de guardia corriendo, con una sonrisa mezcla de emoción y sorpresa en los labios. El médico de guardia y la enfermera jefe se le quedaron mirando desconcertados.

-Se ha despertado, ¡Se ha despertado! ¡Lo sabía!
-¿Quién se ha despertado, Clara? –contestó el doctor Fontana mirándole a los ojos-.
-Elías. El paciente de la 136 –dijo ella-.
-No es posible, maldita sea.
-Se lo juro. Ha intentado hablarme. Vaya, parece que la noticia no le agrada, doctor Fontana.
-No, no es eso. Simplemente me fastidia que esto haya tenido que ocurrir en mi turno.
-¿Por qué? –preguntó Clara cándidamente-.
-Usted es muy joven, y ha cuidado de ese hombre esmerada y cariñosamente, lo que le honra. Pero Elías lleva treinta años en coma vegetativo tirado en esa cama; casi los mismos que hace que yo finalicé mis estudios de medicina. Para él, el tiempo se ha detenido. Y voy a tener que ser yo quien le diga que tiene sesenta y cinco años, y que se ha pasado toda su vida solo, convertido en un vegetal conectado a una máquina.
-Doctor, creo que se está excediendo. Es un milagro.
-Cuando le contemos la verdad sobre lo que le ocurrió, creo que lamentará no haber muerto el día del accidente. ¿Tiene algún pariente o amigo que podamos localizar?
-Nadie en absoluto –dijo Clara perdiendo su sonrisa-.
-Maldita sea… Bien, vayamos a verle cuanto antes. No se separe de mi lado, Clara.

Elías notó que la puerta se abría de nuevo. Tenía que tratarse de Marisa. No podía verla, pero al menos podría hablarle, pues ya había conseguido articular algunas palabras. Mil sentimientos se agolparon en su corazón, pero no pudo evitar dirigirse a la oscuridad con una pregunta que le tenía en ascuas:
- Marisa… ¿He ganado?



Título: ¿He ganado?
Autor: Leonardo Ropero Serrano
Correo Electrónico: sb155@telefonica.net
Biografía: Ingeniero Industrial de profesión, comencé a escribir en el año 2005, como válvula de escape de mi trabajo. El resultado fue la novela "Crónica de Nerdhos", finalista de la IV edición del Premio Minotauro. Desde entonces he terminado dos novelas más y varios relatos, uno de los cuales recibió una mención de honor en el Concurso Andrómeda de Ciencia Ficción Especulativa de 2007. Los temas que más me interesan son la fantasía y la ciencia-ficción.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Próxima Reunión

El martes 18 de diciembre, la reunión bisemanal de la Conjura se celebrará, de manera extraordinaria, en la librería La Araña debido a problemas de disponibilidad del punto de encuentro habitual en la bilioteca pública de Dos Hermanas.

La dirección de LA Araña es: C/ Amargura, 8 de Sevilla.

La reunión tendrá lugar a las 18.00 h.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Relatos: La Ducha

Una gota. Otra gota. Otra más. Ana estiró la sábana cuanto pudo para que le cubriese más allá de la oreja. ¿Qué hora sería? Se quedó dormida nada más acostarse, pero algo la había despertado. Germán aún no había llegado. Otra gota. Aquella ducha la volvería loca cualquier día. ¿Por qué insistía en gotear precisamente las noches que su marido tardaba en volver de su turno? Cada gota de agua estampándose contra el fondo de la bañera resonaba en su cabeza como si alguien estuviese tirando la pared con un gran martillo. Podría levantarse a cerrar el grifo. Sería lo lógico. Pero tenía tanto miedo.

Siempre le había pasado, desde niña, y ya entonces su padre le decía que aquellas películas de terror le iban a comer la cabeza. Germán también se reía de ella por esa razón. “¿Para qué las ves si después no te aguantas del miedo?” Pero no podía evitarlo, le encantaban. Y cada vez que la maldita ducha empezaba a gotear, ella veía la escena con claridad: la joven medio desnuda que acude a apretar el grifo, ignorando que un psicópata desfigurado con un mohoso cuchillo de carnicero aguarda cerca... Bien, pues que se metiesen con ella todo lo que quisieran, porque no pensaba levantarse.
Otra gota.
Otra más.

Llegaba un momento en el que su ansiedad le hacía imaginar que el psicópata salía de su escondrijo, y se encaminaba por el pasillo, despacio, muy despacio, hacia el dormitorio. ¿Qué había sido eso? ¿Había escuchado un ruido, una puerta tal vez? Otra gota más, y veía en su mente una figura grande, algo encorvada, que arrastraba una de sus piernas mientras avanzaba. Pasaba junto a la puerta del baño y... ¿Ya no goteaba la ducha? De pronto había parado. Estaba tan inmersa en sus temores que no había sido consciente de... No, otra vez. Fue sólo una ilusión. Dejó de gotear por un rato, el tiempo justo de... de que aquel ser deforme de su imaginación pasase junto al baño.

De espaldas a la puerta, Ana tiró aún más de la sábana, como si de ese modo estableciese una barrera infranqueable para esa creación de su mente. Y sin embargo, ¿no escuchaba algo? ¿Algo más allá de las gotas en la ducha y del tictac del reloj del salón, algo más allá del silencio imperturbable de la noche? Un escalofrío recorrió su espalda. Odiaba aquella sensación, tan habitual sin embargo en ella. Era igual que bañarse una playa donde no tocara el fondo. Era el miedo a lo que se escondía en las sombras, más allá del vacío. ¿Habría entrado ya en el dormitorio? Tal vez la estaba observando... ¡Bueno, basta ya! Ana dio un manotazo en la cama para reforzar su repentino brote de valor. O se ponía seria o no sería capaz de dormir en toda la noche. “¡Vamos a por esa ducha!” Exclamó finalmente al tiempo que se incorporaba en la cama.
Primero fue el olor a putrefacción, e instantes después el cálido aliento recaló en su nuca. Se giró instintivamente para buscar su origen y se topó con un amasijo de carne, pellejo y grapas metálicas, que quizá alguna vez fue un rostro. Apenas tuvo tiempo de horrorizarse antes de que un machete mugriento y oxidado le atravesase el estómago. Con un rugido casi animal, la figura entre sombras extrajo el arma del cuerpo de Ana con la facilidad con la que hubiese destripado una muñeca de trapo. En su último aliento, la chica llegó a ver unos grandes y risueños ojos amarillos. ¿Estaba sonriendo? El machete surcó la oscuridad antes de separar la cabeza de Ana de su cuerpo con un contundente tajo. El silencio se apoderó de la noche. Sólo sobrevivía la respiración carcomida del verdugo y los leves roces de la carne agonizante. Poco después, la silueta se desplazaba a contraluz por el pasillo con pasos tan pesados como puñetazos de borracho. Entre sus dedos recios y ásperos sujetaba los cabellos de Ana, un juguete roto; esa muñeca desencajada.

En el suelo, tras él, quedaban los sueños convertidos en oscuros regueros viscosos. Llegó al baño e izó la cabeza hasta unir con torpes nudos los mechones grumosos en torno a la barra de la cortina de ducha.

Allí colgaba ya la cabeza de Germán, un amasijo oscuro y soez.

Del cuello cercenado de Ana cayó una gota.
Otra gota.
Otra más.

Título: La ducha
Autor: Javier Márquez Sánchez
Correo Electrónico: javiermarquezsanchez@hotmail.com
Web: http://www.javiermarquezsanchez.com/
Biografía: Periodista y escritor nacido en Sevilla. Subdirector de las revistas Cambio16 y Cuadernos para el Diálogo, y colaborador de otros medios como Interfilms y Efe Eme. Autor de varias biografías musicales, sus obras más recientes, sobre Frank Sinatra y Elvis Presley, han sido publicadas en varios países.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Jornadas Fantásticas en Dos Hermanas

El II Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas (Sevilla) tuvo tanto éxito que el comité organizador se ha puesto ya a trabajar en el programa de la tercera edición, prevista para la segunda quincena de septiembre de 2008. Entre sus primeras iniciativas ha estado la de convocar un concurso para escoger el lema de este III Encuentro de Literatura Fantástica (La primera edición llevó por título “Crónicas de lo imaginario” y la segunda, “Caminantes de otros mundos” .

El lema, que debe constar de cinco palabras, tiene que ser suficientemente significativo y estar relacionado con la literatura fantástica, en general, y con la creatividad en particular. El fallo se llevará a cabo el 31 de mayo de 2008, y el ganador y los dos finalistas recibirán un lote de libros.

Podéis consultar las bases detalladas del concurso en http://www.elautor.com/jornadasDDHH3.htm

lunes, 3 de diciembre de 2007

Próxima Reunión

La fecha de la próxima reunión del Taller se ha fijado para el Martes día 4/11 a las 18 h.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Relatos: Vuelta a empezar

Cuando consigues apartar la hierba, emerges sintiendo el aire que penetra por tus fosas nasales y das gracias porque tu familia no tuviera suficiente dinero para pagar una lápida mayor. Te sientes dominada por la fuerza sobrehumana que te ha permitido romper la madera podrida, remover furiosamente la tierra y abrirte camino desde el ataúd; pero ese poder no les bastará a todos los desafortunados que fueron sepultados en angostos nichos o bajo pesadas losas de mármol.


Tras extraer las piernas del subsuelo, todo tu cuerpo, cubierto de andrajos, comienza a erguirse, recuperando la posición vertical, algo que parecería imposible para un difunto condenado a la eterna horizontalidad. Mientras, los tejidos, orgánicos o no, siguen recomponiéndose. La falda y la blusa dejan de colgar como harapos y la carne continúa regenerándose, rodeando huesos y articulaciones. La vida vuelve a ti.


Apenas guardas memoria de quién eres o cómo te llamas, pero sientes una incipiente lucidez y eres consciente de lo que está sucediendo, aunque resulte inconcebible. A tu alrededor, los moradores de otras tumbas también están despertando. Salen al exterior con semblantes tan desconcertados como el tuyo. La expresión vuelve a sus rostros rejuvenecidos a medida que los músculos dibujan los rasgos y la piel recobra la tersura.


La nieve caída durante los últimos días se agrupa componiendo copos y se eleva hacia el cielo, mezclada con gotas de agua y nubes de vapor. Es un fenómeno nuevo: está lloviendo hacia arriba. Lo estás presenciando y, aun así, te cuesta creerlo.

Como parte del ajuar funerario, te dejaron puesto un viejo reloj de pulsera; ahora vuelve a funcionar, pero las manecillas giran en sentido contrario al habitual. Es de día, pero oscurece con rapidez. El Sol ha recorrido velozmente todo el firmamento y se oculta por oriente, con el resplandor de un amanecer. La nieve se derrite porque hace tan sólo unos instantes era invierno, pero ya es otoño. El tiempo transcurre rápidamente, hacia atrás.


Sin embargo, los movimientos de la naturaleza se van haciendo más lentos, como una goma elástica que se tensó hasta el máximo y poco a poco recupera su estado normal. Toda la existencia se dilató hasta alcanzar sus límites, hasta que la entropía sufrió un revés. Al llegar el último día, se produjo la resurrección de los muertos, como estaba escrito. Todo marcha al revés, de nuevo hacia el principio de los tiempos.

Título: Vuelta a empezar
Autor: José Angel Muriel González
Web: http://www.elautor.com; http://www.joseangelmuriel.com
Biografía: Licenciado en Matemáticas e informático de profesión, llevo mucho tiempo satisfaciendo la necesidad de escribir, de crear historias y trasladar la realidad a la ficción con palabras. He obtenido varios premios literarios, se han publicado algunos de mis relatos en diferentes antologías y en 2005 publiqué mi primera novela, “Ladrones de Atlántida”, obra reeditada este mismo año.

Relatos

Hoy damos comienzo a uno de los objetivos que nos marcamos con la creación de este blog: el de mostrar relatos de autores noveles.

Entendemos que hay buenos, muy buenos escritores que aún son desconocidos para el público en general, pero que, con el tiempo, pasarán a formar parte de la realidad literaria de nuestro país.

Nuestra intención es presentar a dichos autores. Y para eso, nada mejor que una muestra de su estilo. De modo que a partir de hoy, y de forma periódica, iremos colocando relatos cortos, tanto de miembros de La Conjura, como de autores invitados.

Queremos dejar claro al inicio de esta actividad que el autor tiene total libertad en cuanto al relato que quiere regalarnos. No se le dan instrucciones previas, ni tema del relato, y tan solo se le pide que no exceda de unas 1500 ó 2000 palabras. Por lo tanto, podremos descubrir relatos de todo tipo, lo que dará mayor riqueza a esta sección.

Esperamos que disfrutéis de ella.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Presentación de 'Ladrones de Atlántida' en La Araña

El próximo miércoles, 28 de noviembre, en la Librería La Araña (C/ Amargura, 8, Sevilla), el conjurado Javier Márquez presentará el libro ‘Ladrones de Atlántida’, obra del autor sevillano José Ángel Muriel González. Publicada originalmente en 2005, la Editorial C&M acaba de devolverla a los anaqueles para deleite de los aficionados a la novela histórica con altas dosis de fantasía. Y es que la historia de un egipcio en ese mundo que pudo ser la Atlántida, hace cinco mil años, da pie a no pocas aventuras y situaciones increíbles que convierten la lectura de este libro en una experiencia apasionante.

Si queréis pasar un buen rato literario, nos vemos por allí sobre las 19.30.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Reunión de Conjuradores

El pasado martes, 6 de noviembre, tras varias reuniones de toma de contacto, los integrantes del taller literario La Conjura Sevillana decidimos establecer un sistema de trabajo para hacer más interesante, ágil y certera nuestra interacción a la hora de analizar, corregir y comentar el trabajo de todos. Dado que la mayoría nos encontramos en los pasos iniciales de creación de una novela, decidimos establecer este material como base del trabajo, al margen de que se comenten y analicen relatos varios.

Tras barajar varias opciones se concluyó que la alternativa más interesante era que cada persona se convirtiese en lector/corrector de otra, al margen de que, en cada reunión, se comente entre todos el trabajo de cada uno. Esos "correctores" se fueron escogiendo según afinidades e intereses comunes, reforzándose cuando se vea necesario un "corrector de contenido" con uno más centrado en ortografía, puntuación, etc.

Las reuniones se celebrarán, como ya estaba anunciado, cada dos semanas en la biblioteca pública de Dos Hermanos Pedro Laín Entralgo, siendo el próximo encuentro el martes 20 de noviembre a las 18.00. Por otro lado, se están haciendo las gestiones necesarias para intentar establecer otras reuniones en la capital hispalense. De este modo se facilitaría a otros interesados la participación en el taller.

Por el momento, todos aquellos que deseen mostrar sus escritos, pueden hacerlo a través del foro abierto al público que hemos habilitado, aunque en principio, para correcciones y comentarios aconsejamos que se coloquen en el foro Tierra de Leyendas del portal literario Sedice.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Próxima Reunión

La fecha para la próxima reunión del taller en nuestra sede de Dos Hermanas, la Biblioteca Pedro Laín entralgo, tendrá lugar el próximo día 20/11, desde las 18 a las 20.30 horas.

Os esperamos.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Cosas de la HispaCon

A este conjurado, novato en estas lides del periodismo, le ha sido asignada la labor de redactar la reseña de la recientemente concluida HispaCon. Ardua es la tarea de no caer en los tópicos de la comodidad y salir del compromiso señalando simplemente la belleza del lugar de la celebración y lo entretenido del congreso. Pero eso, no haría justicia ni a todas las cosas buenas, ni a las malas —que también las hay como en toda casa de vecino— que hemos vivido este fin de semana.

Pero empecemos de una vez con lo que ha sido la celebración de una HispaCon en la ciudad de Sevilla sin apenas publicidad a nivel local. Concretamente en la sede de la Fundación Tres Culturas, en el antiguo pabellón de Marruecos de la Isla de la Cartuja —para quien no tenga el placer de conocerlo, decir que es una belleza arquitectónica imitando el estilo de los palacios árabes, con columnas, mosaicos y fuentes, aderezado con proyectores, pantallas, sala de juegos con unas cuantas Wii, y hasta con una sala de cine que más de un complejo de mega-ocio querría tener—. Por lo que podéis leer, y cayendo en el tópico del que pretendía huir, el lugar no podía ser más bonito y espectacular para la celebración.

Nos dimos cita en dicho enclave cerca de dos centenares de personas —que sí, que aunque a nadie le pareciera, sí hubo tanta gente— perdidas entre la sala principal y otra secundaria dedicadas a las conferencias; un aula habilitada para las presentaciones de las editoriales; el mencionado cine, y los puestos para ventas de libros.

Y ya que he mencionado las conferencias —verdadero eje de la HispaCon—, decir que hubo para todos los gustos: entretenidas, aburridas, participativas y onanistas. El que una se englobara en un grupo u otro, tenía mucho que ver con el conferenciante y ahí, había verdaderos genios —para mi gusto el mejor a la hora de “enganchar” era Joaquín Revuelta, aunque había otros que le seguían muy de cerca— y otros que nunca debieron salir de su botella.

De los contenidos de las mismas, sólo puedo opinar de las que formé parte como asistente —no pienso hablar de las que fui desertor— y, quitando la inaugural —una clase magistral de un autentico catedrático en mitología Hindú, pero con el defecto de hablar en un tono muy bajito y monótono—, la de Dario Y Alfonso Merelo —charla que gustó sobremanera a la sufridora de uno de los conjurados— y una sobre H.P. Lovecraft —de la que me perdí el principio, pero resultó ser bastante interesante lo que oí—, de las demás solo puedo recordar el pesimismo que reinaba en el ambiente y de las adversidades que sobrevuelan el mundo editorial.

Pensaréis que menudo resumen de la HispaCon he hecho, y que patatín y patatán. Pero para mí, lo verdaderamente importante —y con lo que me quedo— es el poder reunirme con toda esta gente —a la que veo de higos a brevas— y hablar de lo que nos gusta y de las dificultades que vamos a encontrar por el camino para lograr nuestro sueño de ser escritores —que con la cabezonería de los conjurados y las largas charlas tras el horario "oficial" mantenidas con personajes raptados a cambio de una buena comida del nivel de Rafa Marín, Juanmi Aguilera o Elia Barceló; seremos capaces de superar.

Pero sobretodo —y perdón por la redundancia de los “pero”— esta cita ha servido para convertir a conocidos en amigos, y a desconocidos en algo más que conocidos prestos a seguir subiendo en el escalafon de la amistad.

Un abrazo para Alfonso, Darío, Rafa, Joaqui, Juanmi, Javi, Ines, Uriel, Pedro, y muchos otros más que espero me perdonen por no mencionarlos en esta frase —si se molestan, que me lo digan y los añado.

P.d.: La conjura dio tal lata, que hasta la organización nos presentó en sociedad con tal de que les dejáramos tranquilos.


El conjurado loco

domingo, 4 de noviembre de 2007

Inicio de Actividades

Comenzamos las actividades en la Biblioteca de Dos Hermanas.

La primera cita tendrá lugar el próximo martes, 6/11/07 desde las 18 a las 21 horas. Normalmente anunciaremos con tiempo las reuniones de todo el mes. Esta vez, y sin que sirva de precedente, anunciaremos solo la próxima, pues por motivos de ocupación de la sala, el día de la 2ª reunión de Noviembre aún está por decidir. En cuanto tengamos fecha exacta lo notificaremos.

Sí queremos comentaros que durante la Hispacón, se ha tratado el tema del taller, y que incluso por parte de la organización ha tenido una gran acogida, de modo que hay varios escritores sevillanos que están más que dispuestos a asistir a las actividades… y es que parece que algunos esperaban una iniciativa como esta.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Bienvenida

Bienvenidos:

La Conjura Sevillana abre sus puertas. Tal y como reza en nuestro perfil, el objetivo de este Blog es acercar a todo aquel que le interese, los escritos e impresiones de un taller literario con sede en Dos Hermanas, provincia de Sevilla. También colocaremos alguna que otra reseña sobre acontecimientos importantes en lo que al arte de escribir se refiere, aunque no será un blog de noticias al uso.

Las actividades del taller, que ya lleva un tiempo funcionando, son simples: comentar, corregir y analizar los textos de los asistentes para ayudarnos a mejorar en nuestro deseo de publicar nuestros relatos y novelas. Darnos ánimo, en definitiva, en el difícil mundo del escritor novel.

El taller es completamente gratuito y se reúne 2 veces al mes en la biblioteca pública "Pedro Laín Entralgo" de Dos Hermanas, en una sala perfectamente acondicionada y con toda la biblioteca a nuestra disposición. Queremos desde aquí agradecer a los responsables de la biblioteca su entusiasmo con respecto a este proyecto, su implicación y apoyo han sido fundamentales para nosotros.

A lo largo del tiempo iremos colocando relatos, tanto de los participantes en el taller como de escritores y amigos a los que, debido a la distancia, les resulta imposible asistir al mismo, pero con los que mantenemos trato directo y fluido, corrigiendo y comentando nuestros textos mutuamente.

Si crees que el taller te puede resultar interesante, no lo dudes, anímate a conocernos y descubrirás que escribir en compañía es mucho más agradecido.

Esperamos que vuestra visita sea placentera, que nuestros relatos os agraden y, por encima de todo, que volváis a visitarnos.